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Expertas definen los retos que enfrenta Chile para dar un salto en la exportación de alimentos

Directoras del Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA), Verónica Cornejo (académica del INTA), Pilar Parada (gerente general de Fraunhofer Research Chile) y Mariana Soto (directora del Centro Envases y Embalajes de Chile) coinciden en que para que el país avance hacia la exportación de alimentos con valor agregado es clave incorporar más innovación en los procesos, ingredientes y embalajes y envases. También, la coordinación de las políticas públicas y la colaboración con el sector privado.

Por: Por Teresa Espinoza | Publicado: Jueves 26 de diciembre de 2019 a las 18:10 hrs.
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Aunque lento, Chile avanza en su objetivo de convertirse en una potencia agroalimentaria. Aparecen retos nuevos, como la sequía, el cambio climático y consumidores crecientemente exigentes, pero la producción y las exportaciones del agro siguen un curso ascendente apoyados por los acuerdos de libre comercio y la incorporación de más innovación y tecnología al sector.

Pero el salto puede ser más rápido y con mejores resultados.

El Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA) -que integran las universidades De Chile, Católica, Talca y La Frontera, además de Fundación Chile y Fraunhofer Chile- está enfocado en este desafío, con la meta autoimpuesta de aportar para que Chile pueda duplicar las exportaciones agroalimentarias al 2030.

Tiene tres focos de trabajo claves: ingredientes, procesos y embalaje. También, la articulación de plantas de pilotaje y prototipado: ya cuentan con una en el sur (Temuco), están abriendo una en el norte (Coquimbo) y la de la zona central está en construcción en la Laguna Carén.

Tres directoras de CeTA - Verónica Cornejo (académica del INTA), Pilar Parada (gerente general de Fraunhofer Research Chile) y Mariana Soto (directora del Centro Envases y Embalajes de Chile)- responden aquí cuáles son los desafíos que enfrenta la industria alimentaria de nuestro país para dar este salto y cuál será el aporte de los centros de CeTa para aportar en este camino.

¿Cuál es el desafío más importante que enfrenta la industria alimentaria de nuestro país para dar un salto en innovación?

Pilar Parada: "Desarrollar nuevos alimentos con mayor valor que sus materias primas. Para lograrlo es fundamental incorporar innovación a lo largo de toda su cadena de producción. Solo de esta forma se podrá acceder a mercados internos y externos que privilegian modelos de producción más sustentables y a consumidores más conscientes de su nutrición y que buscan alimentos más saludables y naturales, y etiquetas limpias".

Mariana Soto: "Agregarle valor a los productos que hoy exporta, lo que tiene que ver con procesos, packaging, tiempo de vida del producto (conservación, por ejemplo). Agregar productos chilenos como preservantes naturales (propóleo, hierbas, etc)".

Verónica Cornejo: "El desafío más importante es poder responder a la aseveración realizada hace algún tiempo que es transformar a Chile en una potencia alimentaria. Y eso requiere de una coordinación de políticas públicas y de un trabajo conjunto con la empresa privada, tanto en incrementar las capacidades como introducir la innovación en cada uno de los polos de desarrollo".

¿Chile tiene la infraestructura necesaria, en términos físicos e institucionales, para mejorar sustancialmente su acceso a nuevos mercados?

Pilar Parada: "Uno de los grandes desafíos a nivel de infraestructura es la capacidad de pilotaje y escalamiento. Para las grandes empresas es difícil escalar las pruebas de nuevos productos sin tener que detener sus líneas de producción, mientras que para las más pequeñas hacerlo es casi imposible, al no contar con infraestructura ni acceso a instalaciones de pilotaje. La creación del CeTA apunta justamente a llenar estos vacíos".

Mariana Soto: "CeTA será una muy buena alternativa para poder desarrollar estas nuevas variables para los productos exportables. Hoy las universidades son los lugares de investigación, pero muchas veces no tienen la posibilidad de hacer escalables los desarrollos o bien los investigadores no se conectan con las necesidades de la industria".

Verónica Cornejo: "Se podría decir que Chile cuenta con infraestructura suficiente, pero se requiere un ente coordinador que permita sacar provecho a las capacidades existente y a la vez agregar otras que no están disponibles. CeTA cumple con esa función y permitirá entregar valor agregado a los alimentos o ingredientes que actualmente Chile exporta, ya que la planta piloto permitirá apoyar ese desarrollo".

¿Qué factores permitirían al país convertirse en una potencia alimentaria de productos con valor agregado?

Pilar Parada: "Implica cambiar la mentalidad de commodity, para lo cual impulsar la innovación y la ciencia aplicada en la industria alimentaria es un imperativo. Este camino involucra incorporar procesos como el pretratamiento de materias primas, extracción y purificación de ingredientes, análisis de extractos, formulación y microencapsulación de nutrientes y aditivos naturales para mejorar el valor nutritivo y acceder a consumidores más exigentes que privilegian cada vez más alimentos funcionales, de origen natural y con etiquetas limpias".

Mariana Soto: "Se necesita potenciar los productos de cada zona y buscar nuevos productos, como calafate, murtilla, ortiga, etc. Chile presenta una baja diversificación en las exportaciones y alta concentración en productos frescos y semiprocesados: buscar nicho de consumidores para productos específicos".

Verónica Cornejo: "Uno de los factores más importantes es la coordinación entre la parte pública y privada que trabaja en alimentos, ya sea investigando o produciendo productos. Un ejemplo es el maquí, Chile lo produce, se sabe su importancia en la salud humana, pero no se ha realizado un escalamiento adecuado".

¿Cuál será el aporte de los centros de CeTa?

Pilar Parada: "A nivel de desarrollo de productos existe una gran oferta por parte de centros de investigación y universidades. Sin embargo, el aumentar la madurez de las tecnologías, el TRL o Technology Readiness Level, está directamente relacionado con una capacidad de pilotaje que lleve la oferta alimentaria a una etapa precompetitiva o directamente al mercado. Es en ese espacio donde el CeTA será un actor preponderante en la próxima década, y donde vemos que podrá ser un socio de gran importancia en los desarrollos alimentarios nacionales.
Adicionalmente, el CeTA será una vitrina de nuevas tecnologías habilitantes para la industria agroalimentaria nacional y, eventualmente, podría tener un rol primordial en su tecnificación".

Mariana Soto: "Es de gran importancia, ya que en la actualidad no se cuenta con estos centros, además que es de acceso para las pymes, que en general no tienen recursos para hacer desarrollos".

Verónica Cornejo: "Contar con una planta de pilotaje, y unida la parte pública -vale decir universidades- y la parte privada -empresas relacionadas con alimentos y producción-, se podrá crear una red de trabajo a nivel país, que permitirá dar valor al producto y a la vez buscar la forma que este escale en su producción".

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